PROCESO
La alquimia del agave.
La majestuosidad de nuestro mezcal radica en la elección precisa de agaves espadín y cupreata, que crecen orgullosamente bajo el sol en tierras michoacanas. que después de años de maduracion y absorbiendo la riqueza de la tierra, se convierten en la base de nuestro destilado. Tras su cosecha, se cocinan lentamente, liberando aromas y sabores que se han guardado durante años. La fermentación y destilación posterior es donde la magia se manifiesta, convirtiendo el jugo del agave en el mezcal BALA 50 que conocemos y degustamos.
Tiempo, nuestro aliado silencioso.
Mientras que algunos destilados nacen de la rapidez, BALA 50 se toma su tiempo. Cada momento en el proceso de maduración añade una nota, un carácter, un matiz que no se puede apresurar. El tiempo es quien da el último toque, añadiendo profundidad y carácter.
MÉXICO EN UNA BOTELLA Artesanía hecha a mano.
Cada botella de BALA 50 es un tributo a la perfección. Desde la elección de la botella, que representa un proyectil a escala calibre .50, hasta el majestuoso líquido en su interior, juntos son el testimonio del compromiso con la excelencia y la tradición.
Historias en cada detalle.
Nuestras botellas no solo contienen mezcal, sino también historias de las manos que la forman, los ojos que la inspeccionan, y la pasión que se infunde a cada paso, todo y todos convergen para contar la historia de MEZCAL BALA 50.